Tus ojos
Francois-Marie Arouet, mejor conocido como Voltaire, escribió un relato titulado: el mozo de cuerda tuerto . Un relato muy cómico y a la vez, triste. En él se comienza diciendo que tenemos dos ojos. Uno para ver los bienes y el otro, para ver los males de la vida. Que pocos prefieren abrir el ojo con el que se ven los bienes y muchos abren los ojos para ver los males. Y concluye el escritor francés que, por eso muchos no quieren ver lo que ven. Y nosotros podemos preguntar ¿Y qué ven? La respuesta es: ven puros males. Todos los males de la vida. No sabría decir, si estadísticamente hay un equilibrio entre los bienes y los males de la vida. Independientemente de si abriéramos los dos ojos para percibir la realidad, no sé si aun así veríamos la misma cantidad de bienes y males de la vida. Lo que sí me consta es que ante aquello que se nos presenta a diario, aun cuando pueda ser cruel o placentero, delicioso o asqueroso, aborrecible o aceptable, poseemos la capacidad de mirarlo de