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El anciano que rejuveneció

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  “Marchó en silencio a lo largo de la ribera del fragoroso mar y, yéndose luego lejos, muchas súplicas dirigió el anciano al soberano Apolo, al que dio a luz Leto, de hermosos cabellos:” Guardó silencio a lo largo de ese día, interiorizó sus pensamientos y entonces acudió a su Poder Interior. El anciano rejuveneció al ir a su interior. Despertó su Poder Interno con la introspección. Revisó sus pensamientos, los fortaleció y su rostro y corazón rejuvenecieron. Al principio le costaba mucho fortalecer sus pensamientos, pero cada que los cuervos y aves de rapiña lo molestaban, él los apedreaba, incluso mató muchas aves de mal agüero. Él sabía en su interior que las aves de  rapiña eran aves del más bajo poder. De hecho no tenían ningún poder sobre él. El único poder que podía afectarlo era el que había dentro suyo. Sólo él tenía esa Llave Poderosa para ser afectado. El antes anciano y ahora joven ser humano, se dio cuenta que el único Poder que necesitaba, sólo él podía generarlo. 

Bíblicos y platónicos

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  Hijos de Platón e hijos de la Biblia, se dice que eso somos. Puede ser que tengan razón, aunque no haya leído esos dos tomos.   Platón y la Biblia los llevamos, muy dentro de nuestro pensamiento. Actuamos, vivimos y sentimos, sin querer, son nuestro fundamento.   Raíz intelectual y raíz espiritual. Dos parámetros necesarios. Es interesante conocer nuestras raíces, Como si fuéramos turiferarios.   Saber nuestros orígenes, nos da fuerza, fuerza de volver a las raíces. Conocer de dónde bebemos agua, esas aguas que alientan nuestras narices.   En este momento circunstancial, cuando necesitamos fortaleza, ¿Cómo cultivas lo que te sostiene, para que el miedo no te venza?   Si el árbol es frondoso puede dar sombra y es frondoso porque tienes raíces profundas, una y otra vez, vuelve a tus orígenes, y entre tantos miedos, no te confundas.

Loa a la tierra - Byung-Chul Han - Prólogo

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Soy Byung-Chul Han Y escribí: Loa a la tierra , hablo de mi “Jardín secreto” o Bi-Won, si en coreano se escribiera. Sentí una profunda añoranza, necesidad de estar cerca de la tierra. Por tres años trabajé en mi jardín, otoños, inviernos, veranos y primaveras. Mi jardín secreto es un jardín de ensueño en él sueño con la tierra venidera medito silenciosamente en mi jardín, como si el tiempo se detuviera. Entre más trabajo en mi jardín, más respeto siento por la tierra, percibo su embriagadora belleza, hasta que en su totalidad fragante se volviera. Desde entonces tengo una convicción “es una creación divina”, la tierra, convicción que me dio el jardín que para mí es una certeza. Pasar el tiempo en el jardín florido me ha devuelto una devoción piadosa. Creo que existió el “Jardín del Edén”, en esta tierra que es fragante, esplendorosa. Algunas líneas de este libro son plegarias, incluso declaraciones de amor a la tierra. T

Nada se puede comunicar

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"Como el filósofo, pienso que nada es comunicable a través de la escritura" No vamos a detenernos aquí en detalles de tipo etimológico sobre el verbo comunicar o algún otro término. Sólo diremos que esta frase la encontramos en  la línea 27 del relato: La casa de Asterión. Un cuento escrito por el admirable Jorge Luis Borges en su libro El Aleph . Volviendo a la frase que colgamos al inicio, diremos que no sólo la escritura es imposible de comunicar sino que, seremos extremistas y afirmaremos que nada es comunicable. Nada. Lo que hacemos cuando creemos transmitir algo es, tocar el recipiente del otro con nuestro instrumento, en ese instante el otro le resuena algo en su recipiente mental y cree entender algo, lo traduce a su manera y vuelve en sí creyendo haber entendido algo. No sabemos si el color verde que yo llamo verde es así de verde como yo lo veo o es otro tipo de color. No lo sé y nunca lo sabré. Cada uno de nosotros tiene sus propios recipientes para percibir

Camarón que se duerme...

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Una imagen vale más que mil palabras. Sin comentarios. ←↔

Después de la tormenta viene la

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“…ya casi termina del todo, va a estallar una tormenta. Puede deducirse del hecho de que los ventanales de la primera planta vayan cerrándose uno tras otro a gran velocidad.” Este texto lo podemos encontrar en la novela Lucrecia de Borgia, la hija del Papa , escrito por el italiano Dario Fo. Después de pensarlo un momento, el resultado fue el siguiente:

A caballo regalado...

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Hay una novela de Dario Fo (Premio Nobel de Literatura 1997), que se titula: Lucrecia Borgia, la hija del Papa . Mientras leía la página 117 y 118 (Editorial Siruela, 2014) quise comenzar a escribir una reflexión como acostumbro. Sin embargo, algo súbito me atacó   y preferí escribir algo chusco o especie de meme o anécdota, como quieras llamarle. El texto que leía es el siguiente: -           “No lo observé con atención, pero, como suele decirse, a amor regalado no le mires el diente.” -           “En realidad, eso es lo que se dice de los caballos.” Y el resultado fue este: Elaborado por: Juan J. Cabrera Álvarez